sábado, 14 de abril de 2018
La pesadilla de una mudanza (II)
Una vez más, crear este enésimo blog es producto de mi imperiosa necesidad de expresarme, me lean o no. No me basta el papel de mis cuadernos. Ahora no. Quiero que esto lo sepa el mundo entero. Bueno, qué pretenciosa... El mundo entero ni se va a enterar de lo que a una pobre madrileña-pseudotoledana le ocurrió en los últimos... dejadme que cuente... bueno, desde el 5 de diciembre concretamente. Y pensaba contar todo esto bajo pseudónimo, o decir que le había ocurrido a otra persona, pero es tan fuerte que no, no puedo hacerlo. Me pasó a mí. Y tengo que decirlo. Y confesarlo tal como fue. Tal como sucedieron los hechos, como si estuviera dentro de una pesadilla.
Así que la entrada muy bien se podía haber llamado "La historia de un pesadilla", pero tampoco es plan de asustar a los posibles lectores...
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¡Hambre!
Sí, vale, mi gatito es un impaciente y tiene hambre, pero qué queréis, es un gato... Y tiene HAMBRE de vuestros comentarios. Porque aunqu...
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